La Organización de Alimentos y Agricultura (FAO) define a la alimentación sostenible como aquellas dietas con bajo impacto ambiental que contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional y una vida saludable para las presentes generaciones, así como las futuras.
Dichas dietas tienen como finalidad proteger y respetar la biodiversidad y los ecosistemas de una manera accesible, asequible, nutricionalmente adecuado, segura y saludable; mientras se optimizan los recursos naturales y humanos.
La alimentación sostenible busca reducir las consecuencias provocadas por el efecto invernadero. Los productos de fuente vegetal requieren de menor tierra, agua y energía, comparado con otras industrias. Esto hace que se reduzca la emisión de gases.
De igual forma tiene como objetivo evitar el consumo de alimentos con preservantes, gracias que al utilizar productos frescos y de temporada, se reduce el uso de preservantes que afectan a la salud.
Finalmente, es una solución a la cantidad masiva de productos y empaques plásticos que terminan por contaminar el mar y tierra. Ya que incentiva el uso de empaques reutilizables y reciclables, como el vidrio.
Cambiar la manera en la que se consumen los productos es muy difícil, pero no imposible.
Fuentes:
https://nutricion.ufm.edu/articulos/la-alimentacion-sostenible-y-su-papel-en-la-nutricion-humana/